El pongo o el que perteneció a la especie humana,cuento quechua transcrito por José María Arguedas, tomado de la colección Agua.
Traducido libremente del español (peruano) al francés, llustrado y auto-publicado por gmlpp, con la lectura de Denis Pertel, con la amable autorización de Sybila ARREDONDO,
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Preámbulo de José María Arguedas
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“Este cuento lo escuché por primera vez en Lima. Un campesino de Qatqa, distrito de la provincia de Quispicanchis -Cusco- se lo contó a un anciano de Umutu que se lo había preguntado. No pude grabarlo pero quedó grabado en mi memoria. Otra versión me la dio el antropólogo cusqueño Oscar Núñez del Prado, el pintor Emilio Rodríguez Larraín también lo conoció, pero ya no recordaba dónde ni cuándo.Así que no estoy seguro de que sea un cuento auténticamente quechua, pero a quién le importa, ya que no es mi intención convertirlo en un objeto folclórico, eso podría hacerse más adelante. Este cuento nos interesa sobre todo por su carácter literario, social y lingüístico. Es con grandes escrúpulos y esperanza que lo retransmitimos. Aunque hemos tratado de ser lo más fieles posible a la versión original, seguramente se habrán añadido elementos que nos pertenecen, tampoco es tan grave (...)"
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Para leer el cuento
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El elaboratorio
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Las ilustraciones
- Sitios arqueológicos, mapas geográficos, documentos de archivo, libros, películas... visitados para inspiración y reflexión -
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"Ellos mismos están encerrados en la misma especie y en la misma historia"
Robert Antelme, La especie humana, edición revisada y corregida, colección blanca, Gallimard, publicación: 12-02-1957
​dijo con aspereza, entonces eso es todo lo sagrado;.
Maurice Blanchot sobre La especie humana de Robert Antelme
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Civilizaciones - Tableros I -
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Hay muertos que duermen en cámaras que construirás. Muertos que visitan su pasado en los lugares que derribas. Muertos que pasan por los puentes que construirás. Y allí a los muertos que iluminan la noche mariposas, que llegan de madrugada a tomar el té con vosotros, tranquilas como vuestros fusiles las abandonaron, así que dejad, oh huéspedes del lugar, algunasasientos libres para los anfitriones, que os lean las condiciones de paz con el difunto. "
El discurso del hombre rojo de Mahamoud Darwich, extracto del libro Sobre la última tarde en esta tierra, traducido del árabe (Palestina) por Elias Sanbar, 120 páginas, Arles, Actes Sud, 1994
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La Puerta del Sol, Tiwanaku, Bolivia, coordenadas: 16° 33' 11" S, 68° 40' 53" O
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Érase una vez un bosque de Luc Jacquet y Francis Hallé, asociación Wild touch publicado por Acte Sud nature, fuera de colección, octubre de 2013
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Y se derramo sangre - Placas II -
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Mapa de Cristóbal Colón, escritura genovesa, posterior a 1488. Manuscrito iluminado sobre pergamino, 70 x 112 cm - BnF, Departamento de Mapas y Planos, CPL GE AA-562 (RES)© Bibliothèque nationale de France- http://exposiciones.bnf.fr/marine/grand/por_013.htm
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Portolán: "HIST. DESDE EL MAR. Documento elaborado por navegantes, especialmente genoveses y venecianos, de los siglos XIII al XIV, que contiene la descripción de los puertos marítimos y las costas, así como toda la información útil para la navegación y acceso a estos puertos, y que puede acompañarse de un mapahttps://www.cnrtl.fr/definition/portulan"
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Holocausto- Placas III-
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Aves y otras especies animales en peligro, listado de aves amenazadas de extinción
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Pater- Placas IV -
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Sublimes dos:bula papal de Pablo III, 9 de junio de 1537, que prohíbe la esclavitud de los indios americanos "y de todos los demás pueblos que puedan ser descubiertos posteriormente".
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“El Papa Pablo III, a todos los cristianos fieles a quienes llegue este escrito, salud en Cristo nuestro Señor y bendición apostólica.
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Tanto amó el sublime Dios al género humano que creó al hombre con tal sabiduría que no sólo puede participar de los beneficios de que gozan las demás criaturas, sino que está dotado de la capacidad de llegar al Dios inaccesible e invisible y contemplarlo de frente. enfrentar; y puesto que el hombre, según el testimonio de las Sagradas Escrituras, fue creado para gustar la vida y el gozo eternos, que nadie puede alcanzar y conservar sino por la fe en Nuestro Señor Jesucristo, es necesario que posea la naturaleza y las facultades que hazlo capaz de recibir esta fe y que quien sea afectado por estos dones debe ser capaz de recibir esta misma fe.
Así, no es concebible que alguien posea tan poco entendimiento que, deseando la fe, esté sin embargo desprovisto de la facultad necesaria que le permite recibirla. De donde viene que Cristo, que es la Verdad misma, que nunca ha fallado y nunca fallará, dijo a los predicadores de la fe que él escoge para este oficio: "Id y enseñad a todas las naciones". Dijo que todos, sin excepción, porque todos son capaces de recibir las doctrinas de la fe.
El enemigo de raza humana, que se opone a todas las buenas obras con miras a llevar a los hombres a la ruina, viendo y envidiando esto, inventó un nuevo medio por el cual podía impedir la predicación de la palabra de Dios para la salvación de los pueblos: inspiró a sus auxiliares que, para complacerlo, no he vacilado en publicar en el extranjero que los indios del Oeste y del Sur, y otros pueblos que recientemente hemos llegado a conocer, deben ser tratados como bestias de carga creadas para servirnos, alegando que son incapaces de recibir la fe católica.
Nosotros que, aunque indignos de este honor, ejercemos en la tierra el poder de Nuestro Señor y buscamos con todas nuestras fuerzas traer de vuelta a las ovejas puestas fuera de su rebaño en el redil del que somos responsables, consideramos lo que sea que sea, la Los indios son verdaderamente seres humanos y no sólo son capaces de comprender la fe católica, sino que, según nuestra información, están muy ansiosos por recibirla. Deseando proporcionar remedios adecuados para estos males, definimos y declaramos por esta carta apostólica, o por cualquier traducción de la misma que pueda ser firmada por un notario público y sellada con el sello de cualquier dignatario eclesiástico, a la que se le dará el mismo crédito que al original, que cualquiera que se haya dicho o se diga lo contrario, los dichos indios y todos los demás pueblos que más tarde sean descubiertos por los cristianos, de ningún modo pueden ser privados de su libertad ni de la posesión de sus bienes, aunque permanecer fuera de la fe de Jesucristo; y que pueden y deben, libre y lícitamente, gozar de la libertad y de la posesión de sus bienes, y que en ningún caso deben ser reducidos a servidumbre; si esto ocurriera a pesar de todo, esta esclavitud se consideraría nula y sin efecto.
En virtud de nuestra autoridad apostólica, Definimos y declaramos por esta carta, o por cualquier traducción firmada por notario público y sellada con el sello de la dignidad eclesiástica, que impondrá la misma obediencia que la original, que dichos indios y demás pueblos convertirse a la fe de Jesucristo por la predicación de la palabra de Dios y por el ejemplo de una vida buena y santa.
Dado en Roma, el 29 de mayo de 1537, año tercero de Nuestro Pontificado. »
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https://en.wikipedia.org/wiki/Sublimis_Deus
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